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Foto del escritorRevista Resistencias

Tres meses para (no) llegar a 2019



David Pike - Este miércoles 24 de octubre será una fecha clave. En el Congreso nacional, la cámara de diputados intentará darle media sanción al Presupuesto 2019. A las puertas del parlamento, se espera una multitudinaria concentración para rechazar dicha ley que trae enormes recortes en salud, educación, cultura, programas sociales y a organismos estatales. Un presupuesto a las órdenes del FMI. El fantasma de diciembre del año pasado sobrevuela la jornada, mientras todos los partidos del sistema intentan ahuyentarlo recordando que la elección de 2019 está cerca.


En medio de una crisis económica y social que no ha llegado a su techo, el gobierno nacional apura la sanción de la Ley de Presupuesto 2019, confía que le dan los votos para la misma. Tiene que dar una muestra de fortaleza frente al FMI y los grupos especuladores. Mientras tanto, comandados por la altanera Ministra de Seguridad que no por casualidad ha subido su perfil desde que los índices sociales han empeorado, las fuerzas represivas preparan un fuerte operativo que garantice el desarrollo “democrático” de la sesión.


Las y los trabajadores de la economía formal y popular, se convocarán a las puertas del Congreso de la mano de las CTA, que acompañaran la concentración con un paro nacional de docentes y estatales; el Frente Sindical para el Modelo Nacional (Camioneros, Smata, otros) y la Corriente Federal de Trabajadores (Bancarios, Curtidores, otros) que nuclea gremios de pertenencia cegetista que el reciente sábado realizaron una misa con evidente gesto papal pidiendo cambios al gobierno en su política; y los Movimientos Populares (CTEP, CCC, Barrios de Pie, otros), que hoy martes realizaron una concentración pidiendo una Ley de Emergencia Alimentaria.


La votación en el Senado del presupuesto (si pasa diputados), la posibilidad de un paro general de 36 horas con movilización, el desprecio que despertará en nuestro pueblo la presencia del presidente de Estados Unidos junto a sus pares de las distintas potencias del mundo para la cumbre del G20, serán algunas de las jornadas de lucha que se esperan para el próximo mes y son un desafío para el gobierno.


Los partidos del sistema en todas sus variantes le piden paciencia al pueblo para que espere a 2019 y se exprese con su voto. Es una apuesta por el consenso de esta democracia de baja intensidad y orientan su política en oponerse al gobierno sin desafiar la gobernabilidad. Hay crisis social y económica, todos saben que una gota puede rebalsar el vaso y que la crisis se vuelva también política, y el consenso ya no sea tal. Por eso les asusta el fantasma de diciembre del año pasado, porque es familia del fantasma del 2001 y cuando aparece, no distingue entre unos y otros, ni tiene paciencia, quiere que se vayan ya.



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