Entre los múltiples debates sociales que se dieron en los últimos tiempos en Argentina se puso en agenda la cuestión impostergable acerca de la vinculación entre la Iglesia y el Estado. Varios proyectos fueron ya presentados al Congreso de la Nación y serán discutidos a lo largo de las próximas semanas. Algunos de los temas centrales de las propuestas tienen que ver con el financiamiento a la Iglesia, la educación sexual integral y los símbolos religiosos en establecimientos públicos.
Mariana DM - El Congreso de la Nación recibió ya nueve proyectos que proponen, desde diferentes ángulos, la reafirmación del Estado laico argentino y el fin del financiamiento a la Iglesia católica. El pasado jueves 6 de septiembre se llevó a cabo en el anexo de la Cámara de Diputados una audiencia pública donde se dio inicio a los planteos parlamentarios alrededor de estas cuestiones. La misma fue convocada por legisladorxs de distintos bloques, organizaciones políticas, sociales, feministas, de derechos humanos y movimientos estudiantiles, entre otros. Madres Línea Fundadora también se hizo presente representada por Nora Cortiñas.
Uno de los principales temas que tienen en común todos los proyectos es el financiamiento de la Iglesia por parte del Estado argentino. La cuestión de la plata destinada a la institución emergió hace unos meses tras los dichos del Jefe de Gabinete Marcos Peña, quien hizo mención a los más de 130 millones de pesos que el Gobierno le suministra a la Iglesia por año y los $46.800 mensuales que cobran los obispos. La obligación del Estado argentino de financiar a la Iglesia católica está registrada en la Constitución Nacional y en decretos promulgados durante la última dictadura militar y las propuestas apuntan a derogar estos decretos, así como también el pacto existente entre la República Argentina y el Vaticano vigente desde el gobierno de facto de Onganía en 1966.
En base a esto se plantea terminar con todos los privilegios con los que cuenta la Iglesia católica, debido a que también goza de infinidad de beneficios impositivos y donaciones. A raíz de esto, se exige un régimen de transparencia de fondos y un control de exenciones impositivas. También se propone equiparar las remuneraciones de lxs miembros de la Conferencia Episcopal Argentina a lxs de un/a docente titular universitario, susceptible de tributar impuesto a las ganancias.
Otro de los ítems presente en algunos proyectos refiere a la derogación del inciso c. del artículo 146 del Código Civil, el cual establece que la Iglesia Católica es una persona pública, etiqueta que comparte con el Estado nacional y las provincias. El reclamo se fundamenta en que ningún otro culto en el país goza de ese estatus ya que el resto de las iglesias son personas jurídicas de carácter privado.
Un eje central en las discusiones acerca de la separación de la Iglesia y el Estado, presente en varios proyectos, es el de la educación laica sin ningún tipo de injerencia de las iglesias. Esto viene de la mano del reclamo por la implementación de la ESI, que se ve obstaculizada por la posición opositora de la institución católica. Se busca una ley que establezca y proteja la educación laica en todo el país para que su aplicación sea efectiva en las 24 provincias.
Algunos proyectos también presentaron iniciativas para remover símbolos e imágenes religiosas de edificios y establecimientos públicos que pertenezcan al Estado nacional. De esta manera, como lo expresaron algunxs legisladorxs, se contribuiría a la construcción del laicismo, es decir, equidad entre cultos.
Todos los proyectos de ley ya están en las comisiones de Presupuesto, Culto, Relaciones Exteriores y Legislación General, pero todavía no comenzaron a ser tratados. El papel que jugó la iglesia en el debate por el aborto causó un gran rechazo en una importante parte de la sociedad y provocó que 4000 ciudadanxs iniciaran los trámites de la apostasía para desvincularse de la iglesia católica. En este marco, miles de personas colgaron de sus cuellos y mochilas los pañuelos color naranja de la Campaña Federal por la Separación de la Iglesia del Estado. Durante el debate por el aborto el país se tiñó de verde, ahora es necesario que se tiña de naranja.
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