Mariana DM - El pasado 14 de junio la ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo fue aprobada en la Cámara de Diputados con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención. Este martes 10 de julio comenzará el tratamiento en la Cámara de Senadores y se desarrollará todos los martes y miércoles. Todavía hay paridad en las posiciones y decenas de indecisxs, sobre quienes recaerá la atención durante las sesiones. Se prevé que la votación final se realice el próximo 8 de agosto.
El Senado de la Nación dará comienzo a los plenarios de las comisiones que debatirán la ley por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, el martes 10 de julio, con alrededor de 60 invitadxs que expondrán sus posturas tanto a favor como en contra. Las comisiones donde se realizarán las reuniones son la de Salud, la de Justicia y Asuntos Penales y la de Asuntos Constitucionales, que definieron el 1 de agosto como el día en que se firme el dictamen.
La Comisión de Salud será la que encabece las reuniones durante todo el mes de julio. Su presidente, el oficialista Mario Raymundo Fiad se posicionó en contra de la ley, mientras que Pedro Guillermo Ángel Guastavino, presidente de la Comisión de Justicia, se expresó a favor. Por otro lado, el titular de Asuntos Constitucionales, Dalmacio Mera, forma parte, todavía, de los indecisos.
Durante las discusiones en las comisiones se comenzará a decidir si el proyecto será aprobado, rechazado o si se le realizarán modificaciones, lo cual implicaría que vuelva a la Cámara Baja. Sin embargo, esta última opción perdió viabilidad debido a que si el Senado aprueba modificaciones, la Cámara de Diputados puede insistir en el proyecto original con la misma mayoría, o incluso superior a la que obtuvo la Cámara Revisora (Senado) para realizar los cambios. Es así que la apuesta estará en rechazar la medida.
El objetivo de quienes se oponen al aborto legal, seguro y gratuito es acusar de irregularidades o inconsistencias al proyecto para justificar e impulsar el rechazo. A su vez, presentarán otros proyectos alternativos ligados a la despenalización pero no a la legalización, en torno a la educación sexual y la flexibilización de las penas. En esta línea, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo (Cambiemos), ya dio a conocer dos propuestas: una para atenuar la pena de la mujer que aborte y otra apuntada a que el Estado se haga cargo de los embarazos no deseados y que la mujer pueda dar en adopción al “niño por nacer”.
Esta última alternativa es muy apoyada por quienes, en definitiva, buscan mantener el aborto en situación de clandestinidad y con alto riesgo para la madre. Aún así, este proyecto sería inviable debido a que en el Código Civil no existe la categoría “niñx por nacer”. Además va contra los principios básicos de la ley de adopción aprobada en 2015 según la cual los derechos se reconocen para las personas nacidas con vida y no así para los aún no nacidos. Por otro lado, el Código Civil establece que un niñx no puede ser dado en adopción durante los primeros 45 días de vida, lo que no está contemplado en el proyecto de Pinedo.
Por su parte, las integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito se enfocarán en impedir que el proyecto sufra modificaciones y en convencer a lxs indecisxs que voten a favor del derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo. Muchos de los cambios que buscan realizarse en el proyecto son ya previstos, por lo que quienes apoyan la ley irán con datos precisos y concretos que anulen esos argumentos que atrasarían el proceso devolviendo el proyecto a diputados o rechazando la ley.
Al igual que se hizo durante los meses que se debatió la ley en la Cámara de Diputados, organizaciones sociales y feministas se concentrarán todos los martes y miércoles afuera del Congreso con “pañuelazos”. Se espera que las manifestaciones con más convocatoria sean el 1 de agosto cuando las tres comisiones firmarán los dictámenes, y el 8 de agosto, día de la votación. Ya quedó demostrado que el apoyo en las calles es fundamental y se espera que lxs senadorxs escuchen los reclamos y las necesidades de los miles de cuerpos gestantes que piden por un derecho tan básico como poder decidir sobre lo que sucede en sus cuerpos.
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