Mariano Pacheco, desde La Habana, Cuba #CronicasMenores, desde abajo y a la izquierda.
--"Que vengan. Si creen que tienen algo aquí que les pertenece que lo busquen. Pero se van a tener que venir a meter acá a Cuba", comenta el recepcionista del hotel, mientras escucha las novedades en la TV, que no cesa de mostrar imagenes de archivo de Fidel dando discursos.
En medio de los preparativos para la conmemoración del Dia Internacional de los Trabajadores, mientras se cumplen los 60 años del triunfo revolucionario y los 500 años de la fundación de La Habana, la noticia de la semana ha sido esta pretensión de Estados Unidos de implementar en su totalidad el Título III de la Ley Hans-Burton, según anunció la Casa Blanca.
La medida, centrada en la protección de los derechos de propiedad de los ciudaddanos estadounidenses en el extranjero, fue rechaza de inmediato por la Venezuela Bolivariana, pero también por México, Canada, la Unión Europea e incluso sectores estadounidenses, como el Partido Demócrata.
En los almacenes de La Habana los productos comestibles no abundan e incluso algunos --como el aceite-- escacean. De allí que, tal como se destaca en un artículo del periodico Juventud Rebelde --citando un conunicado de la propia Cámara de comercio estadounidense-- la decisión de Donald Trump que amenaza incluso los propios intereses comerciales de Estados Unidos, sólo puede empeorar la situación material del pueblo cubano, que viene sorteando dificultades a fuerza de convicción.
Las posibles restricciones para viajar a Cuba o enviar divisas a familiares de la Isla desde Estados Unidos no hace mas que reavivar el espíritu revanchista que se sostuvo durante la "guerra fría", en un intento por enfriar las pasiones revolucionarias en estas latitudes (espíritu imperial que tuvo escazos resultados).
Asi y todo, la preocupación no se transforma en desánimo. En las filas de las casas de cambio o en la puerta de un hotel; a la espera de una guagua o viajando en ella; en la cola de una tienda o comiendo en un mercado, la amabilidad y tranquilidad del pueblo cubano se combina con el desafío:
-"Ya tuvieron lo suyo en Playa Girón", es un comentario que --palabras mas, palabras menos-- se escuchó a menudo esta semana en las calles de La Habana.
La decisión y la convicción socialista se combina con el patriotismo martiniano que hace del antimperialismo una bandera ("eso duele a los enemigos y desata pesadillas imperiales -comenta Pedro De La Hoz en el periodico Granma--. Eso hace que el camino sea mas complejo y desafiante. Pero cada cubano, como diría el poeta, sabe que lo difícil rs estimulante).
La asimetría económica y militar entre Estados Unidos y Cuba es mas que clara, pero el ejemplo de cómo fue repelido yanqui de invadir la Isla tras el triunfo revolucionario ya forma parte del ADN del pueblo cubano. Sucedió hace mucho, es cierto, pero por estos lados la memoria histórica se cultiva con mucha paciencia y perseverancia.
Parafraseando a Evita, quienes venimos de Argentina podríamos decir que en Cuba prima una idea. A saber: que la patria seguirá sin ser colonia, o la bandera flameará sobre sus ruinas.
Mariano Pacheco, escritor, periodista e investigador. Nacido y criado en la Zona Sur del Conurbano Bonaerense. Actualmente radicado en Córdoba.
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