Desde el día de ayer, todas aquellas personas que sufran violencia de género dentro de las casas donde realizan la cuarentena quedan exceptuadas de la medida, para salir a realizar la denuncia o pedir ayuda. A través de la resolución 15/2020 publicada ayer, queda especificada la justificación y, además, se protocoliza la disposición con las fuerzas de seguridad que se encuentran realizando los controles de circulación.
Han aumentado considerablemente los llamados a la línea 144 (un 60% más en la Provincia de Buenos Aires) y se han registrado más de 10 femicidios en lo que va de la cuarentena.
Si bien el decreto a través del cual se dispuso el aislamiento obligatorio como medida de prevención contra el COVID-19 contemplaba las salidas por “motivos de fuerza mayor”, de esta manera queda clarificada la situación de quienes estén expuestxs a la violencia de género. La Resolución 15/2020 aclara que “son considerados como supuestos de fuerza mayor todas aquellas situaciones por las cuales las mujeres o personas LGTBI+ solas o junto a sus hijos, hijas e hijes salgan de sus domicilios a los fines de realizar las pertinentes denuncias penales respecto de hechos de violencia o se dirijan a requerir auxilio, asistencia o protección en razón de la situación de violencia que se encuentren transitando”.
Es de esperar que la violencia de género crezca y se recrudezca en condiciones de aislamiento, no sólo por la situación de encierro, sino por la imposibilidad de la víctima de salir o pedir ayuda. De hecho, han aumentado considerablemente los llamados a la línea 144 (un 60% más en la Provincia de Buenos Aires) y se han registrado más de 10 femicidios en lo que va de la cuarentena. Sumado a esto, se han denunciado la poca cantidad de Hogares de Protección Integral, es decir, refugios para víctimas de violencia de género, dificultando aún más la salida de las víctimas de sus hogares.
En estas circunstancias, el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad junto con el Ministerio de Seguridad vienen impulsando diferentes medidas de prevención y cuidado especiales para quienes conviven con su agresor, tales como el refuerzo de los canales de atención a las víctimas para facilitarles la comunicación y el pedido de ayuda, a lo que se le suma esta nueva medida de excepción. Ahora bien, cabe aclarar que la situación de violencia y desigualdad a la que están expuestas mujeres y disidencias no es propia de la cuarentena ni se terminará cuando ésta acabe, por lo que es indispensable que las políticas en torno a esta problemática se sostengan y refuercen de aquí en adelante.