Luego de un importante período de lucha, lxs estudiantes del colegio de Bellas Artes Rogelio Yrurtia consiguieron que el Estado les brinde un edificio en condiciones dignas para estudiar.
Durante años, lxs estudiantes realizaron sus estudios en un edificio completamente inhabitable, plagado de ratas, fugas de gas y paredes en constante deterioro, y expuestos, a su vez, a constantes riesgos. A raíz de esto, toda la comunidad educativa del Yrurtia se organizó para denunciar este abandono por parte del Estado y exigir un espacio físico adecuado para la enseñanza. Desde el gobierno fueron ofreciéndoles soluciones provisorias, como la ampliación del antiguo edificio, pero que no respondían a los problemas de fondo.
Fue así que el estudiantado, en constantes asambleas, cortes de calles, movilizaciones, tomas y organización, continuaron la lucha hasta conseguir un nuevo terreno. A pesar de que la finalización del edificio actual también tuvo sus complicaciones, la comunidad se mantuvo unida y activa, y, en el día de ayer, se les otorgó el nuevo edificio.
En este contexto neoliberal de desidia y ajustes sistemáticos, el nuevo edificio para el Yrurtia significa una gran victoria para el movimiento estudiantil, que demostró, una vez más, la importancia de la lucha y la organización para la defensa de sus derechos y de una educación pública de calidad.
Este Lunes 13 de Mayo la comunidad del colegio de Bellas Artes Rogelio Yrurtia por fin consigue arrancarle al estado un reclamo histórico de la institución, un edificio en condiciones para estudiar. El anterior edificio nunca estuvo adecuado para la enseñanza, comenzando con que anteriormente era un frigorífico y nunca estuvo adaptado para un ámbito escolar, la falta de espacio para las actividades curriculares estuvo presente desde el 1er día, seguido de un constante deterioro por la ausencia de un mantenimiento de infraestructura.
Desde entonces la comunidad y principalmente el estudiantado exige condiciones dignas de estudio, sin ratas, fugas de gas, ni paredes cayéndose a pedazos. A lo largo de esa lucha se consiguieron 2 ampliaciones en el edificio anterior que seguían sin adecuarse a la necesidad de la comunidad, hasta conseguir el terreno donde hoy empezaron a cursar.
Una vez conseguido el terreno fueron constantes tires y aflojas con el ministerio por la casi sistemática interrupción de la obra, sea porque cambiaba la empresa o porque de repente desaparecian los fondos de la construcción.
Años de constantes asambleas, cortes, movilizaciones, tomas de colegios y una comunidad organizada fue lo que consiguió arrebatarle al estado un edificio en condiciones. y así garantizar por si mismos una cursada digna y de calidad. Este es el ejemplo de que la única forma de hacer valer nuestros derechos es organizándose y saliendo a luchar, sin eso hoy dia les estudiantes del Rogelio Yrurtia seguirian estudiando en un edificio a punto de caerse a pedazos.
VIVIREMOS Y VENCEREMOS
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