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  • Foto del escritorRevista Resistencias

Luciano Arruga presente

Marcha a 11 años de su desaparición .


Un centenar de personas se reunieron en la esquina de Gral Paz y Mosconi. Era primero de febrero, y se cumplían once años desde que Mónica Alegre vio a su hijo por última vez.


El 31 de enero de 2009 la policía bonaerense secuestró y torturó a Luciano, por haberse negado a robar para ellos. Más tarde lo desaparecen y matan. Pasaron cinco años para que Vanesa Orieta, su hermana, y Mónica, su madre, lograran encontrar el cuerpo.



"Luciano era un pibe de 16 años", dijo Pablo Pimentel ante el micrófono, "hoy tendría 27 y sería, seguramente, politólogo, sociólogo o algo similar a lo que es Vanesa. Él quería ser como ella”.


Los carriles de Mosconi se llenaron, la calle volvió a ser de los pibes y pibas que mató el Estado. La columna la encabezaron las Madres Contra el Gatillo Fácil y adelante había un camión con el sonido donde hablaron varixs referentes. “Estamos ante una contradicción: le estamos pidiendo justicia a quienes garantizaron la impunidad”, afirmó Vanesa.





Muchas madres que la acompañaban sostuvieron, como ella, que no es posible conseguir justicia por parte de este sistema. Que la justicia se construye, es colectiva, se realiza por momentos cuando lxs de abajo se ponen fuertes contra los de arriba y se concreta el día que no haya más desigualdad en este mundo.


La movilización culminó en la plaza "Luciano Arruga", allí Norita Cortiñas en su discurso recordó a lxs 30.000 y todas las víctimas de gatillo fácil. Cómo estaba acordado, se realizó la proyección de "¿Quién mató a mi hermano?" documental sobre el caso Arruga, que contiene escenas del juicio a los policías imputados, el proceso de reconstrucción de amigxs y familiares entre otros tantos momentos claves.







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