Hoy, como todos los 31 de marzo desde el año 2009, se celebra el Día Internacional de la Visibilidad Trans, cuyo objetivo es concientizar sobre la lucha contra la discriminación hacia las personas LGBTIQ+, la sistemática violación de derechos que sufren y su situación de vulnerabilidad y precarización. El contexto de aislamiento social impedirá las manifestaciones en las calles, sin embargo, es importante reflexionar sobre las condiciones de desigualdad a la que está expuesta la comunidad LGBTIQ+ y cómo éstas se agravan aún más en esta emergencia sanitaria mundial.
Al comenzar la cuarentena, la activista travesti Violeta Alegre Ríos publicó una carta dirigida al Presidente Fernández comunicándole que “la población Travesti-Trans en nuestro país padece particularidades sociales que nos ponen en situaciones específicas, agravando nuestra vulnerabilidad e incapacitándonos para tomar las medidas sanitarias propuestas en vistas de evitar la propagación de la pandemia por el COVID-19”. Además, señala que el 90% de la población travesti-trans debe acudir a la prostitución como sustento económico y que la mayoría no cuenta con respaldo familiar o social para acatar las medidas preventivas por el coronavirus, por lo que muchas deben seguir trabajando, poniendo en riesgo su salud y la de los consumidores. “Ante esta preocupante situación le pedimos por favor garantice la alimentación y la vivienda a través de un subsidio de emergencia para nuestra población”, concluye Violeta.
Por otro lado, Daniela Castro, directora de Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, señaló a la Agencia Presentes que “Las compañeras que percibían un ingreso diario ya no tienen recursos para garantizar un plato de comida. La provincia de Buenos Aires está en llamas por la emergencia y porque acá vive una gran parte de la población LGBTI+. Recibimos una enorme cantidad de demandas por teléfono. La mayor urgencia es la alimentaria y estamos trabajando fuerte en esto”.
Esta situación que atraviesa la comunidad LGBTIQ+, si bien tiene sus particularidades propias del contexto inédito que se vive a nivel mundial, no es nueva. Desde hace años este colectivo lucha para ampliar sus derechos, para ser reconocido y para tener igualdad de oportunidades a la hora de insertarse en el mercado laboral, en la educación y hasta en la salud. El promedio de vida las personas trans y travestis no llega a los 40 años, no sólo por las pésimas condiciones de vida y de trabajo a las que están expuestxs, sino también por el riesgo de ser asesinadxs. #VisibilidadTrans
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