El gobierno de Larreta y los medios hegemónicos ocultan la gravedad de la situación
Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas lo denunciarán en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Acompañadxs por gran cantidad de organizaciones y personalidades, por intermedio de una carta pública denunciaron: “Hoy ya no quedan dudas: esta pandemia sí distingue clase social y no afecta del mismo modo al conjunto de la población. Por eso, amén del color partidario que gobierne, todos los estamentos del Estado deben abordar de manera urgente y específica esta realidad que mantiene a miles de familias frente a un riesgo inminente, por la emergencia social, económica y sanitaria”.
La situación de las villas y los barrios más humildes de CABA y el conurbano con respecto a la pandemia del COVID-19, es la más preocupante. En el barrio Carlos Mugica (villa 31-31 bis) los casos aumentaron rapidamente en los ultimos días alcanzando un total de 107, convirtiéndose en uno de los territorios con la tasa más alta de contagiadxs de toda la ciudad.
A todo esto, hay que agregarle la negligencia e indiferencia del Gobierno de la Ciudad y de la estatal AYSA, dirigida por Malena Galmarini, que mantiene sin agua hace ya más de una semana, a uno de los lugares con mayor cantidad de infectadxs y menos posibilidades de aislarse. El pasado sábado 2 de mayo, en la Villa 31, se confirmó la primera víctima fatal por coronavirus, Toribia Balbuena de 83 años. Sin embargo, la causa de la muerte de no fue sólo coronavirus, fue la pobreza, la desidia y el abandono por parte de las autoridades.
La situación de Toribia es similar a la de muchas personas de la Villa 31 y de muchos otros barrios populares de la ciudad, donde las condiciones de extremo hacinamiento, la necesidad de llevar alimento a las casas y la falta de recursos y medidas de protección, vuelven prácticamente imposible el cumplimiento de la cuarentena y multiplican las posibilidades de contagio y muerte.
