La jueza del Tribunal Oral Criminal Nº26, Marta Yungano, condenó a Mariana Gómez a un año de prisión en suspenso por “resistencia a la autoridad” cuando intentó defenderse de los ataques de la policía que la detuvieron por besar a su pareja. El abogado de Gómez garantizó que apelarán la sentencia el próximo 5 de julio, cuando se lean los cargos.
El conflicto se dio en octubre del 2017 en la estación Constitución, cuando Mariana y Rocío, su pareja, estaban fumando y se besaron, y un empleado de Metrovías se acercó y le pidió a Mariana que deje de fumar. Según cuenta la pareja había más gente fumando a su alrededor y no había ningún cartel que lo prohibiera, pero, aun así, el empleado llamó a un policía de la Ciudad, Jonatan Rojo. El policía llamó a otra compañera, Karina Villalba, mientras forcejeaba con Mariana impidiéndole salir. Para evitar caerse al piso por los fuertes empujones de Rojo, Mariana tomó del pelo a Villalba arrancándole cabellos. La situación finalizó cuando los agentes, de manera violenta, esposaron a Mariana y la trasladaron a la estación policial. Horas después fue liberada. A todo esto, Mariana contó que, además de agredirla físicamente, le faltaron el respeto y la humillaron refiriéndose a ella como “pibe”.
A pesar de las declaraciones de Mariana y Rocío y de que la mujer policía involucrada declaró que Gómez la tomó del pelo para evitar caerse, el expediente sólo explica que fue procesada por estar fumando, pero no menciona la violencia ejercida por parte de la policía ni las amenazas ni las humillaciones. Este es un claro caso más de discriminación y vulneración de derechos a identidades sexuales que escapan de la heteronorma.
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