Por Antonella Giuso
Desde hace tres años los encuentros previos al paro feminista se realizan en Chacarita. Allí, en el Galpón de la Mutual Sentimiento, el movimiento discutió de cara a la masiva movilización y jornada que se espera este 8 de marzo.
Siguiendo la línea de algunos sucesos que se darán este mes de febrero se marcaron posiciones y debates necesarios. La Campaña por la Absolución de Higui leyó un comunicado donde reivindicó la autodefensa como posición política feminista frente a un sistema que nos educa para la obediencia. Higui, es una lesbiana que sobrevivió a una violación "correctiva" y hoy enfrenta un juicio por defenderse de los agresores. Este hecho marcó un antes y después para quienes, como Higui, no cumplen los mandatos de la lógica hetero-patriarcal y se enfrentan al disciplinamiento continuo arriesgando otros modos de ser y vincularse. También estuvieron exigiendo justicia las compañeras de Luz Aime Díaz, víctima de una causa armada por pobre, migrante y trans.
Las intervenciones fueron variadas. El apoyo a la rebelión chilena donde se constituye un poder feminista ejemplar de asambleas territoriales y referencias colectivas; el repudio al golpe de estado racista en Bolivia y la resistencia de las mujeres de pollera, también fueron parte de las primeras puestas en común.
Algunas posiciones más incómodas resonaron hacia la mitad y final de la jornada. Las integrantes de la Columna Antirracista marcaron, como desde hace tiempo, la urgencia de hacer una revisión de los privilegios de clase y raza que atraviesan al movimiento. Sin mediar, se opusieron a recibir aplausos "Queremos que nos escuchen, no venimos a pedir por favor", sentenciaron.
Contra el sistema prostituyente estuvieron representantes de Madres Víctimas de Trata, la histórica lucha de madres que se la juegan contra uno de los negocios más grandes a nivel mundial. Hicieron un llamado a no perder de foco al enemigo y defender las conquistas que amparan a las víctimas de este sistema que reduce las vidas y los cuerpos de niñes, mujeres, lesbianas, trans, travas y no binaries a un producto de placer para varones cis-hetero.
El feminismo no es estático, está en constante revisión y movimiento, en él confluyen distintas lecturas, distintas realidades.
Un último debate y el que encendió la discusión lo afrontaron les referentes de las villas y barriadas de la UTEP. La propuesta: descentralizar la asamblea organizativa y hacer una itinerante. Los aplausos no tardaron en saludar la propuesta y al canto de "Itinerante" parecía tener quórum. El argumento de esta fue simple, dar la discusión con les más postergades que, por una realidad de clase, lejos están del epicentro porteño pero no por ello de la discusión política.
Para la próxima asamblea se espera saldar el debate y tomar una decisión, no menos importante, qué con quiénes se construirá este 8M.
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