David Pike - Este martes 26-6 se cumplieron 16 años de la "Masacre de Avellaneda", en la cual una brutal represión policial asesino a los militantes populares Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. En el Puente Pueyrredon que une la Ciudad de Buenos Aires con el partido de Avellaneda, lugar de la masacre, se realizó un acto para seguir exigiendo justicia y recordar a estos militantes que son un símbolo de rebeldía de la juventud argentina. Al finalizar el acto, Revista Resistencias charló con Alberto Santillán papá de Darío y querrellante en la causa judicial de la masacre.
¿Qué significa este acto a 16 años?
Esto es parte de lucha cotidiana que llevamos adelante los familiares, con los abogados y los compañeros de militancia. Siempre que hay un aniversario todo se multiplica y esto es una demostración que ningún compañero va a permitir que Darío y Maxi caigan en el olvido. También es un mensaje para el poder político y judicial que no vamos a cesar; que no es solamente el brazo armado de Franchiotti y Acosta, sino también los autores intelectuales. En ese momento el presidente era Eduardo Duhalde y el gobernador Felipe Sola, el cual se esta postulando como candidato a presidente, al cual la justicia nunca llamó a declarar y que dice que lo "puentearon", pero de un personaje como Sola nadie puede creer eso.
Seguimos trabajando, más que la propia justicia, porque uno como querellante sigue aportando pruebas y testimonios, pero parece que las cosas nunca alcanzan. Sin embargo, con los escraches, con los señalamientos, si bien no tienen la condena de la justicia, tienen la condena social.
Lo mencionaste en tu discurso, algunos compañeros están postulando a Felipe Sola como posible candidato a presidente. ¿Qué te representa?
Me da mucha bronca porque creo que pisan el cadaver de Darío y Maxi para encolumnarse y estar instalados en el calor del poder. Lo que me indigna es que hayan caminado conmigo, que hayan gritado "justicia" conmigo, que me hayan abrazado. Veo la foto al lado de Sola y no puedo dejar de decirlo, son unos traidores que lo único que les interesa es acceder a un cargo político.
Darío es un símbolo para la juventud rebelde, vos como su papá que le podes decir a esos jóvenes.
La juventud se va reciclando, a medida que los jóvenes crecen en edad se van sumando otros de la edad de Darío o hasta más jóvenes, me asombra porque no sucede únicamente acá sino también en las provincias a las cuales voy.
Una juventud que tiene una conciencia distinta, solidaria, de estar al lado de los que más necesitan, de abrir los conocimientos a la gente, que es lo que peor le pueda pasar a los gobiernos, es el arma fundamental para enfrentar a esta clase política que nos viene gobernando hace cientos de años. Por eso, considero que el hecho de que haya escuelas primarias y secundarias con orientación popular desde el lado del "Frente"; de darle a cada uno la herramienta más fuerte, un lugar de lucha y conocimiento para saber por qué nos pasa lo que nos pasa, por eso apuesto a la juventud para que algún día las cosas puedan cambiar.
Videos del Acto:
Commentaires