María de los Ángeles Verón, más conocida como Marita, desapareció el 3 de abril del 2002 en San Miguel de Tucumán y todavía hoy no se halla su paradero. Gracias a la lucha incansable de su madre, Susana Trimarco, y a la investigación policial se pudo determinar que Marita había sido secuestrada por una red de trata para ser prostituida. Aquel 3 de abril Marita había salido por un turno médico y nunca más volvió. A partir de que se realizó la denuncia, su familia debió atravesar por un sinfín de maniobras judiciales y desestimaciones por parte de la policía que devinieron en el juicio oral del 2012 en donde absolvieron a todos los imputados. El fundamento del fallo radicaba en la falta de pruebas consistentes. Sin embargo, Susana no se rindió y, acompañada de la lucha de diferentes organizaciones, en el 2013 se reabrió el caso y los culpables fueron condenados entre 10 y 22 años de prisión.
Susana se convirtió en un emblema en la lucha contra la trata de personas. En el 2007 creó la Fundación María de los Ángeles, orientada a brindar asistencia integral y gratuita a familiares y víctimas de trata de personas, y gracias a la cual más de siete mil mujeres y disidencias fueron rescatadas de la explotación sexual. También, la lucha popular en torno a esta problemática impulsó la Ley 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas dictaminada en el 2008. El caso de Marita y la lucha de su madre dieron visibilidad a la trata de personas y a la red de corrupción estatal, por eso hoy, a 18 años de la desaparición de Marita, la pelea de Susana está más viva que nunca. El desmantelamiento de las redes de trata y la corrupción policial e institucional que las ampara es una deuda que el Estado tiene con Susana, con Marita y con todas las víctimas de explotación sexual.
Foto: Infonews (portada) / Telam (cuerpo)
Comments