El 4 de abril del 2007, el docente y militante Carlos Fuentealba fue asesinado por la policía provincial de Neuquén en una manifestación docente. Aquel día, en el marco de una huelga del sindicato docente ATEN, se llevó a cabo un corte en la ruta 22, a la altura de Arroyito, Neuquén, como medida de protesta y reclamo por un aumento salarial. El gobernador de ese entonces, Jorge Sobisch, le ordenó a la policía provincial que impidiera el corte de la ruta y desalojara a los manifestantes. Así fue que inició la represión a lxs docentes, con balas de goma, gases lacrimógenos, bombas de pintura y carros hidrantes. Lxs docentes lograron dispersarse y Fuentealba ya estaba en retirada en un auto cuando la policía lxs alcanzó y comenzó a disparar. Uno de esos disparos se cobró la vida del maestro. Tiempo después se supo que el culpable de disparar y asesinar a Carlos Fuentealba fue el policía Darío Poblete. A pesar de haber sido condenado a cadena perpetua, en el 2012 el agente Poblete fue fotografiado mientras paseaba sin custodia policial ni esposas por las calles de Zapala, una localidad neuquina a cuya prisión había sido trasladado previamente. La difusión del caso dejó en evidencia la complicidad de la justicia y el gobierno de Neuquén. Luego del lamentable hecho, Poblete volvió a la cárcel, de donde nunca debió haber salido. Desde entonces, todos los 4 de abril, se realiza una marcha en Neuquén y distintos puntos del país en memoria del maestro, y reclamando “justicia completa”, para que se investigue al gobernador Sobisch y a los demás funcionarios responsables de la organización del operativo durante el cual se reprimió y asesinó a Carlos Fuentealba. Hoy, en el contexto de cuarentena obligatoria no se podrá desarrollar la marcha, pero aun así se recordará en las todas las escuelas de Neuquén y del país al maestro que fue asesinado por el Estado por reclamar un salario digno. #CarlosFuentealba
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