Por: Jorge Falcone
“Quien no fue mujer
ni trabajador
cree que el de ayer
fue un tiempo mejor,
y al compás
de la nostalgia
hoy bailamos
por error”.
María Elena Walsh,
Orquesta de Señoritas.
El estudio de Joseph Campbell acerca de las estructuras míticas - basado en el profundo análisis de la sicología de Carl G. Jung - no es una invención, se trata de una observación. Es el reconocimiento de unos principios que gobiernan la conducta de la vida y el mundo de la narración de historias, del mismo modo que la física y la química rigen el mundo que nos rodea. Esta nota parte de repensar en clave femenina la prescriptiva clásica conocida como el Camino del Héroe, comenzando por reseñar el origen de la ideología patriarcal - inescindible de la acumulación capitalista -, para luego ejemplificar cómo ha ido cambiando históricamente dicho imaginario con la incorporación en los relatos de la temática de género, apelando al ejemplo de tres casos representativos tomados de la industria del entretenimiento.
Introducción: Orígenes del Patriarcado
El Génesis recopilado en el siglo V en Israel, señala que Eva no existía todavía en el sexto día de la Creación. Entonces Yaveh había dispuesto que Adán diese nombre a todas las bestias, aves y otros seres vivientes. Cuando desfilaron ante él en parejas, macho y hembra, Adán - que ya era un hombre de veinte años - sintió celos de su amor, entonces exclamó: “¡Todas las criaturas tienen la pareja apropiada, menos yo!”, y rogó al Dios que remediara esa injusticia.
Yaveh formó entonces a Lilith, la primera mujer, del mismo modo que había formado a Adán.
Adán y Lilith nunca vivieron en armonía, pues cuando él deseaba tener relaciones sexuales con ella, Lilith se sentía ofendida por la postura que le exigía. “¿Por qué he de acostarme debajo de ti? - preguntaba -: yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual”. Como Adán trató de obligarla a obedecer, Lilith, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y lo abandonó. Saliendo del Edén fue a dar a las orillas del mar Rojo (hogar de muchos demonios). Allí se entregó a la lujuria con éstos. Cuando tres ángeles de Dios fueron a buscarla, ella se negó a acompañarlos. El cielo la castigó haciendo que muriesen cien de sus hijos al día.
Como puede apreciarse en este mito occidental fundante, el intento de sujeción femenina al mandato masculino es tan remoto como las rebeldías que lo enfrentaron. En tal noción se basa el título que hemos escogido para este texto.
Sexuar el pasado nos permite conocer cómo el ser humano pasó de una clara diferencia biológica a una división sexual del trabajo y la posterior dominación. El hecho de dar vida, esta primera división del trabajo en función del sexo, no implica la explotación de un sexo sobre otro ya que puede paliarse evitando la existencia de asimetrías en el reparto de trabajo. Ha sido el patriarcado quien legitima e institucionaliza una relación de dominación, inscribiéndola en una supuesta naturaleza biológica. Son las mujeres las que al criar, producen los futuros sujetos sociales destinatarios del trabajo humano.
Los primeros encuentros sexuales de los que se tiene constancia son entre Neardenthales y Sapiens, hace 65.000 años.
Aunque es muy difícil conocer a ciencia cierta cómo eran las relaciones económicas, sexuales, sociales en las primeras etapas del ser humano, si nos remontamos al Paleolítico la autosuficiencia era igual en hombres y en mujeres, con una repartición similar entre todos los miembros del grupo.
Existía cooperación. La educación de las crías era asumida por el grupo; aunque es muy probable que la aparición del protolenguaje se debiese a las mujeres. Apenas era conocida la paternidad; las relaciones sexuales no eran controladas por la comunidad, eran relaciones más o menos libres y aunque existían implicaciones emocionales, debido por ejemplo a la forma de mantener relaciones cara a cara (único en bonobós y en humanos) y que las relaciones no eran duraderas en el tiempo, el único parentesco conocido era la maternidad. Las hembras copulaban con varios machos y no se conocía la relación entre coito y embarazo.
Se tiene constancia de que la recolección fue vital para el grupo, y la caza, al contrario de lo que se cree, fue en la mayoría de las ocasiones para complementar la ingesta de vegetales. Sobre la caza también se ha dicho mucho, como que era cosa de hombres: Ni era la actividad más importante ni estaba asumida solo por hombres. Las mujeres y los hombres en un principio carroñeaban, ya que no se tenía un metabolismo adaptado para cazar. Y a medida que sus cuerpos se fueron adaptando ambos sexos compartían la tarea de conseguir alimento matando a otros animales.
Con el paso de mucho tiempo y tras perfeccionar la caza, esta pasó a ser la actividad principal para conseguir alimento en épocas de escasez de recursos. La recolección devino necesaria para alimentar a los machos en sus expediciones para conseguir alimentos, con lo que las mujeres alimentaban a los hombres, y los hombres al grupo entero. Además los machos se convirtieron en personas entrenadas y vigilantes que acostumbraban a expresar agresividad.
Del sexo sin necesidad de monogamia, pasamos a una sociedad basada en parejas, debido al conocimiento de la paternidad. Ya en el Neolítico, con la ganadería, las sociedades apreciaron cómo cuando separaban a las hembras de los animales machos, estas no se quedaban embarazadas.
Ahora, que los hombres sabían quiénes eran sus hij@s, y con la agricultura asentada, la propiedad privada cobró más fuerza. Les interesaba aprovechar la fuerza de trabajo de sus hijos/as para cultivar sus tierras y explotar sus recursos. Todas las investigaciones apuntan a que la mujer o inventó o perfeccionó la agricultura. Cuando sus cultivos agotaban los suelos, el grupo debía trasladarse de sitio, por lo que el registro arqueológico demuestra cómo el Patriarcado se asentó antes en sociedades instaladas cerca de los deltas de los ríos, que autoregeneraban el suelo, ya que para trasladarse era un inconveniente cargar con crías. Sin embargo, en las sociedades con recursos interesaba que la mujer tuviese hij@s. La familia (de famulus: conjunto de bienes del patriarca), aparece, y debido a su potencial económico destierra a las sociedades que apostaban por huir de la monogamia y que practicaban la cooperación de todas las personas. Como se verá, el patriarcado aparece ligado a los orígenes de la acumulación capitalista. La simbología es muy importante en todo este proceso. Los antepasados de estas sociedades ya conocían el ciclo menstrual y lo relacionaban con la luna. A partir del asentamiento del patriarcado se le comienza a dar más importancia al sol (por su relación con la agricultura). Es decir, esta simbología nos muestra la gravitación de la economía y el aumento del poder en el desarrollo de las sociedades.
Al analizar esqueletos de individuos sujetos a este tipo de organización, comprobamos cómo los dedos del pie de la mujer, sobre todo el dedo gordo, ha sufrido la pérdida del cartílago (debido a la postura que ejercían al agacharse a moler grano).
Y si observamos a muchos individuos, es curioso cómo en los hombres aparece una hendidura en la rótula, lo que indica que pasaban mucho tiempo con las rodillas flexionadas (sentados), lo que casi no aparece en las mujeres: debido a que después de la jornada laboral estos podían descansar, mientras que la mujer tenía que encargarse de otras labores.
Un gran error a la hora de criticar la dominación del hombre sobre la mujer, y su limitación al plano doméstico, es ver estas actividades como el mantenimiento de l@s hij@s, solamente como necesario para la subsistencia, pero no como lo que verdaderamente es; una actividad económica. La mujer trabajaba tanto dentro como fuera de casa, aunque las unidades domésticas no eran iguales a como son ahora, sería muy injusto considerar estas actividades simplemente como “actividades familiares o domésticas”. En esta nueva etapa de organización social, se tiene constancia de que l@s niñ@s con 10 años ya trabajaban en el campo, y se conocían métodos para que la mujer tuviese más hij@s (se han encontrado figuras que mostraban a dos individuos imitando posturas sexuales que observaban en los animales).
La agricultura dio lugar a nuevas formas de relacionarse, y a la acumulación de bienes (animales, utensilios, etc.), lo que llevó a la aparición de rangos y jerarquías. A mayor acumulación de bienes se ganó mayor peso social. Tanto el esclavismo, como el feudalismo y el capitalismo - con variantes particulares - sostuvieron estas estratificaciones sociales y de género.
Plantear el tema del cambio de rol de la mujer en la sociedad a lo largo de los últimos cincuenta años exige establecer previamente la existencia de una doble imagen: aceptar, por una parte, la actividad habitualmente silenciosa pero indudablemente importante de la mujer en la cotidianeidad, como resultado de una estructura tradicional que le asignara el rol de artífice y sostén del hogar y de la crianza de l@s hij@s, y reconocer, por otra parte, su lucha infatigable para obtener un lugar destacado, semejante al del hombre, en la organización institucional del país. Los relatos que han ido acompañando las transformaciones descriptas no han sido ajenos a dichos cambios, y en la iconósfera transmediática actual han adquirido una caja de resonancia sin precedentes.
Primer Caso: Chicas perdidas que se encuentran a sí mismas
Hubo un tiempo pretérito al status de Noveno Arte, en que la banda diseñada era considerada una manifestación bastarda y plebeya. De aquel entonces apenas se conserva el apelativo universal de cómic para designar a una expresión de las artes gráfico-literarias que hacia los años 30 del Siglo XX ya no cultivaba tan sólo el grotesco o la sátira de costumbres. Culminando la segunda década del Siglo XXI ya nadie duda de su calidad artística ni de su impacto social, dado que se ha convertido en espacio fértil para la experimentación literaria de autores de altísimo nivel, como es el caso del talentoso guionista británico al que haremos referencia.
Alan Moore nació en Northampton (Inglaterra), el 18 de noviembre de 1953. Hoy es conocido por su trabajo como creador y guionista de historietas para adultos. Ha recreado populares personajes de la cultura de masas como La Cosa del Pantano, y realizado a su vez complejas y extensas obras originales como Watchmen, V de Venganza o Providence (las dos primeras adaptadas al cine sin su aprobación) Se lo considera una leyenda viviente del cómic y muchos de sus trabajos son valorados como grandes obras maestras de este medio. Anarquista confeso, su pasado, pintoresco y aunado a la intención declarada de convertirse en mago del caos, lo ha vuelto célebre hasta el punto de que se ha transformado en un ícono, inmediatamente reconocible por su barba y cabellera largas y prominentes, más propias de un rockero metálico que de un destacado escritor.
La obra con que hace honor al tema que nos ocupa es el tríptico Lost Girls (1991-2006), novela gráfica de corte erótico dibujada por Melinda Gebbie, cuyo estilo emula al que ilustraba los folletines baratos de circulación popular en la Era Victoriana.
En esta ficción, ambos autores se permiten liberar de represiones a tres heroínas de la literatura fantástica hasta entonces confinadas a cumplir con el mandato de sociedades profundamente patriarcales. Se trata de una nueva Llamada de la Aventura respecto a la historia de Alicia (Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll), Dorothy (El Mago de Oz, de Lyman Frank Baum) y Wendy (Peter Pan, James Matthew Barrie): Los tres personajes se conocen ya adultos en un remoto hotel de Los Alpes suizos y se involucran mutuamente en una serie de aventuras sexuales en el marco de una sociedad decimonónica y conservadora, compartiendo desenfrenados placeres entre sí o con terceros, mientras dejan atrás su Mundo Ordinario para ejercer una conducta absolutamente desprejuiciada y consagrada por entonces exclusivamente a los hombres.
Los primeros seis capítulos se publicaron en una antología de la revista Taboo, pero la saga no se concluyó hasta mediados de 2006, cuando fue lanzada como novela gráfica. Es el fruto de los casi dieciséis años de trabajo conjunto de Moore y Gebbie, quienes además han sostenido una relación sentimental que confluyó en el anuncio de su matrimonio en 2005. Por su temática, la publicación del libro fue polémica []y no ha estado exenta de dificultades. Acaso con este ejemplo estemos hablando de uno de los picos más altos en materia de encuentro entre literatura y cómic, que seguiría escalando con una obra posterior en la que Moore reelaboró el mito de “La Bella y la bestia”.
Segundo Caso: La niña que criaba a sus padres
Desde hace ya más de dos décadas, la voluminosa industria del entretenimiento proveniente del Imperio del Sol Naciente causa furor en nuestras costas, motivando al fandom tanto a aprender el idioma nipón como a practicar artes marciales, a partir de la fascinación generada por los fenómenos del manga y el animé.
Hayao Miyazaki es un ilustrador, dibujante de mangas y productor de anime japonés, de renombre internacional y con una carrera de cinco décadas. Junto con Isao Takahata, fundó Studio Ghibli, su productora de películas animadas. Ha sido comparado con Walt Disney, Steven Spielberg u Orson Welles. Si bien es conocida la mirada conservadora y moralista del primero - nombre mayúsculo de la animación occidental -, la adhesión pública de Miyazaki a la filosofía marxista y su vocación ecologista dotan a toda su producción de unos valores que hasta no hace demasiado tiempo escaseaban en el mainstream de la profesión.
Entre sus filmes más populares se hallan títulos como El viaje de Chihiro (que rebasó los ingresos en taquillas de Japón y superó el éxito obtenido por Titanic, así como también obtuvo reconocimiento como Película del Año en los Premios de la Academia de Japón, y fue el primer animé en ganar un Premio Óscar), La princesa Mononoke, Mi vecino Totoro, El Increíble Castillo Vagabundo y Ponyo.
Sus películas hablan de la relación de la humanidad con la naturaleza, la tecnología y la dificultad de mantener una ética pacifista; las protagonistas siempre son niñas y mujeres jóvenes fuertes e independientes. En dos de sus filmes, El castillo de Cagliostro y El castillo en el cielo, se presentan villanos tradicionales, mientras que en otros, como Nausicaä y La princesa Mononoke (1997; la primera película animada en ganar la categoría de Película del Año en los Premios de la Academia Japonesa y, por breve tiempo, la más taquillera en Japón, hasta que fue eclipsada por Titanic el mismo año), existen antagonistas moralmente ambiguos con características positivas.
El 1 de septiembre de 2013, anunció, a través de un comunicado del presidente de la compañía, Koji Koshino, que su película El viento se levanta (estrenada en Japón el 20 de julio de 2013) sería su último largometraje, y que se retiraría como director de proyectos de animación de Ghibli. En agosto de 2014, la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood informó de la concesión a Miyazaki del Óscar honorífico como reconocimiento a toda su trayectoria. Este premio le fue entregado en la ceremonia de los Óscar en enero del 2015. En el 2002, el crítico cinematográfico Roger Ebert sugirió que Miyazaki podría ser el mejor creador de películas de animación de la historia, y alabó la profundidad y nivel artístico de sus creaciones.
El 25 de febrero de 2017, Studio Ghibli confirmó oficialmente el regreso de Miyazaki. Varios medios apuntaron a que dicho retorno vendría de la mano de una adaptación al largo del cortometraje Boro la oruga, confiando en que la película esté lista antes de los Juegos Olímpicos de Tokio, previstos para 2020. El 10 de agosto de 2017, el estudio reabrió sus puertas.
Nuestro interés se centra en el filme al que debe su popularidad en occidente:
La de Chihiro, al igual que la de la Alicia de Carroll, es una historia de iniciación.
Ella y sus padres se están mudando a otra ciudad, hecho que esa púber encuentra molesto al no estar de acuerdo con el cambio, y no duda en demostrarlo con su falta de ánimo y mal humor. Durante el trayecto, su padre decide tomar un atajo para ahorrar tiempo, aunque la jovencita se empeña en señalar que ese no es el rumbo adecuado. Así, solo conseguirán internarse en un bosque y encontrarse frente a un estrecho y extraño túnel. Los padres deciden bajar del coche para explorarlo. La jovencita se niega, pero estos insisten en hacerlo, caprichosos como niños. Al otro lado del túnel, la familia descubre un predio aparentemente abandonado que su padre supone es uno de los tantos parques de atracciones que se inauguraron y quebraron rápidamente años atrás en Japón. Pese a las advertencias de Chihiro, la familia decide recorrer el lugar con la finalidad de encontrar a alguien. En su recorrido encuentran puestos al aire libre donde se detienen a comer; sin embargo, al no encontrar quien los atienda, deciden tomar los alimentos servidos sin permiso alguno, razonando que al tener dinero para pagar pueden hacerlo. Chihiro los reprende y se aleja ofuscada para continuar investigando. Al cabo se encuentra con un misterioso joven llamado Haku - personaje llamado a convertirse en su futuro Mentor - quien le alerta que debe llevarse a sus padres y huir de allí antes que anochezca, lo que sucederá en pocos minutos.
Entonces ella corre en busca de sus padres aunque, a medida que va oscureciendo, el establecimiento poco a poco va cobrando vida, los faros se encienden y aparecen de la nada una gran variedad de espíritus. Al llegar al restaurante en el que había dejado a sus padres, Chihiro descubre que se han convertido en dos enormes cerdos; atemorizada, la chica decide salir huyendo del sitio, pero cuando intenta llegar al pequeño túnel descubre que la pradera junto a los locales se ha vuelto un cauce inmenso por donde arriba un barco, del cual comienzan a desembarcar espíritus de diversas formas y tamaños. Poco a poco irá comprendiendo que se halla en una suerte de fantástico spa regido por la hechicera Yubaba, al que vienen a sanar y descansar ocho millones de dioses (cifra metafórica del sintoísmo y folclore japonés para referirse al infinito en el mundo sobrenatural) La heroína cruza pues el Primer Umbral. En ese sitio será primero despojada de identidad y luego sometida a trabajos forzados, hasta que aquel niño que la advirtiera, encarnación física del Espíritu del Río aledaño, la ayude a burlar a la bruja y escapar.
Yubaba entonces ya no podrá lastimar a ninguno de los dos; y ambos prometerán encontrarse de nuevo. Chihiro se encuentra con sus padres vueltos a la normalidad, quienes no parecen recordar nada. La película termina con la joven y sus padres alejándose en su vehículo.
La particularidad que deseamos poner de relieve, presente en casi toda la producción de este singular autor, es la de una heroína que - pese a su corta edad - prevalece sobre la adversidad. Y sobre la cual recae la absoluta responsabilidad sobre la suerte de dos adultos totalmente inmaduros, cuyo proceder compromete el propósito original de aquel viaje.
En la mayor parte de la cinematografía de Miyazaki, mucho antes de la aparición del fenómeno “Me too” o el de la “ola verde” que de un tiempo a esta parte inunda nuestras calles, las mujeres exhiben una capacidad de “desfacer entuertos” mucho mayor que la de los varones.
Tercer caso: El turno de la Primera Dama
Ora porque las productoras majors de Hollywood vienen apostando al éxito fácil de taquilla - capaz de frustrar las expectativas del guionista más exigente -, ora porque una innovación tecnológica sin precedentes inaugura para la industria del entretenimiento formas novedosas de consumo - hogareñas o en dispositivos móviles -, el espectáculo audiovisual está sufriendo una acelerada metamorfosis, de la cual esta nueva Era de Oro de las Series es un emergente singular.
House of Cards es una producción estadounidense de televisión web de las más populares, consistente en un drama político guionado por Beau Willimon. Se trata de una adaptación de la miniserie del mismo nombre realizada por la BBC de Londres, basada en la novela de Michael Dobbs.
La primera temporada, que comprende trece episodios, se estrenó el 1 de febrero de 2013, en el servicio de streaming de Netflix. Su segunda temporada, también de trece episodios, se estrenó el 14 de febrero de 2014, mientras que la tercera lo hizo el 27 de febrero de 2015.
House of Cards fue renovada para una cuarta temporada, que se estrenó el 4 de marzo de 2016. En enero de 2016, Netflix anunció que la serie tendría una quinta temporada, que se estrenó el 30 de mayo de 2017, junto con el anuncio de que Willimon había renunciado como showrunner después de la cuarta temporada, declarando que los planes para el futuro de la serie se deciden luego de cada temporada.
Dicha saga aborda la historia de Frank Underwood (Kevin Spacey), un demócrata del 5. º distrito congresional de Carolina del Sur, coordinador de la mayoría de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Luego de haber sido pasado por alto para su nombramiento como Secretario de Estado, inicia un elaborado plan para llegar a una posición de mayor poder, ayudado por su esposa, Claire Underwood (Robin Wright). La serie trata principalmente el tema del poder y de cómo lograrlo apelando incluso a métodos reñidos con la moral.
Hay un momento en el tercer episodio de la sexta temporada en el que tres mujeres de más de 50 años (interpretadas por Robin Wright, Diane Lane y Patricia Clarkson) protagonizan en solitario una secuencia en el interior del despacho oval de la Casa Blanca y acaban conversando sobre el tratado feminista de 1949 El segundo sexo de Simone de Beauvoir. Al personaje de Lane (Annette Shepherd), una millonaria y amiga de la infancia de Claire, no le gustó. Pero para la Jane Davis de Clarkson es un libro que tenía razón en todo. Y eso, ya brinda mucha información sobre ambos personajes.
Claire no se manifiesta explícitamente, aunque parece estar de acuerdo con Jane.
Y es que la sexta temporada de la serie hizo gala de más feminismo que nunca. Tanto delante, como detrás de cámaras, donde abundaron los nombres de mujeres en el apartado de guión y dirección de los diferentes episodios.
Después de cinco temporadas de estar a la sombra de su marido, asesorándolo siempre pero desde un discreto segundo plano, Wright hizo de maestra de ceremonias tomando las riendas de la presidencia y de la serie con talento, en lo que constituye la recompensa de una heroína que supo esperar pacientemente su oportunidad, la que quiso el destino que le llegara desde fuera de la ficción, dadas las denuncias de abuso sexual que truncaron la continuidad de su co equiper.
Su personaje también mira directamente a cámara para hablar con el espectador en ese gesto al que tan acostumbrados nos tenía su marido en la ficción. "¿Todavía estás ahí? ¿Echas de menos a Francis?", dice una de las primeras veces en que apela a dicho recurso. Posteriormente acabará añadiendo un: "Sea lo que sea que Francis te contó los últimos cinco años, no te creas una palabra de ello. Va a ser diferente para ti y para mí. Voy a contarte la verdad".
Claire tiene muchos problemas cuando nos reencontramos con ella al principio de la temporada. Lleva apenas 100 días en el gobierno y el servicio secreto le lee las muchas amenazas de muerte y mensajes de odio que recibe. El volumen de los mismos se ha multiplicado por cuatro desde que ella tomó la presidencia, le informan.
Luego están todas las referencias a la situación política que ha vivido Estados Unidos últimamente. Claire obliga a declarar el estado de emergencia en Bellport, Ohio, un pueblo ficticio donde ha habido una fuga de ácido sulfhídrico en un símil al escándalo del agua contaminada por plomo en Flint, Míchigan, de 2015, producido durante la presidencia de Barack Obama.
También hay referencias, claro, a la presidencia de Donald Trump. Claire entrevista a un candidato algo misógino para el Tribunal Supremo. Se cita la sección 4 de la enmienda 25 de la constitución, en particular en lo referente al proceso para que el vicepresidente y miembros del gabinete decidan que el presidente no está capacitado para gobernar. Y se menciona la consabida fórmula de la conspiración con Rusia.
House of Cards no permite a su público evadirse del mundo real. La serie, como la reciente El Cuento de la Criada - basada en la obra homónima de la escritora británica Margaret Atwood -, recuerda sin cesar la situación política actual.
Con frases de la protagonista como "El reino del hombre blanco de mediana edad ha acabado", House of Cards reubica a Claire Hale (el apellido de soltera de Claire Underwood, que se fue usando cada vez más en la serie) a tono con el pensamiento de época que vertebra nuestro análisis. Y, si bien se trata de un arquetipo de mujer fálica, cuyo perfil remite inmediatamente a la advertencia que suele citar la antropóloga feminista Rita Segato acerca de que “ojalá que la mujer futura no se parezca al hombre que estamos dejando atrás”, en el contexto sociocultural de gestación de la serie no deja de representar un cierto avance respecto a visiones más conservadoras de la problemática de género.
Como se verá, tanto el aparato cultural del Norte como el del Sur Global vienen tomando nota de los nuevos aires - a todas luces irreversibles - que en nuestra latitud expresan el clamor “Ni una menos” y “Vivas nos queremos”. Sin ir más lejos, esto es tan verificable en el universo del Noveno Arte local con producciones editoriales como la revista-libro Clítoris (http://revistaclitoris.blogspot.com/), como en el del Séptimo Arte con la flamante constitución del Frente Audiovisual Feminista (https://novedades.edaeditores.org/documento-del-faf-frente-audiovisual-feminista-8m/), todo lo cual ratifica satisfactoriamente aquel estribillo que rezaba “Cambia, todo cambia”.-
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