Crónica de la Marcha por el día internacional de las mujeres en Barcelona
Por Nicolás Sarli
Son las 16:30hs y sobre la Gran Vía de les Corte Catalanes, en la estación Rocafort del Metro, se ven unos pocos grupos de unas 50 o 60 mujeres, todas con alguna prenda violeta, muchas con el pañuelo verde, insignia de la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito, otras con pancartas que levantan consignas antipatriarcales.
Ya a las 17:30 la Plaza España no tiene otro color que no sea el violeta. De las bocas del metro brotan a borbotones las mujeres. Es una marea. Muchas mareas.
Una adolescente con su Hiyab levanta un cartón sostenido por un palo de escoba que reza: “Si tu feminismo no es internacional es supremacía blanca”. Ese es el signo de esta convocatoria en esta ciudad; una Barcelona multicultural, multirracial, donde no se escucha hablar un idioma, se escuchan todos los posibles.
La marcha la encabezan las negras, las inmigrantes, las del fondo, las de más abajo, las que limpian la mierda. Sobre y por detrás de ellas se blanden millones de banderas violetas, verdes, arcoíris. Su grito es de guerra y con lágrimas de emoción al ver que no son una ni pocas, que son miles, que son todas y todas son ellas.
No caminan solas pero la policía las vigila y los hombres las miran con desdén.
Esa marea interminable es capaz de tanto que su pisar la calle no es sino la demostración cabal de que avanzan a paso firme y sin vuelta atrás.
Ya a las 18:30 no caben dudas: la calle es de ellas. No es una columna, es una masa compacta que no marcha, no puede.
Millones con un claro mensaje: allí están y nadie las va a correr.
El futuro son ellas y su grito es claro: sin feminismo no hay revolución.
Fotos: Nicolás Sarli
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