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  • Foto del escritorRevista Resistencias

18 femicidios durante la cuarentena


Por Mariana Di Mauro


El Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven reveló datos actualizados sobre los femicidios perpetrados durante la cuarentena, llegando a calcular un promedio de 1 femicidio cada 32 horas. Desde la medida decretada por el Gobierno Nacional sobre el aislamiento social, preventivo y obligatorio, el día 20 de marzo, hasta el 12 de abril se registró un total de 18 femicidios. En 24 días 18 mujeres fueron asesinadas por hombres.


De las 18 mujeres asesinadas, 10 de ellas (el 56%) fueron víctimas de sus parejas o ex parejas, es decir, más de la mitad de los casos se dan dentro de un vínculo “afectivo”, dato que se repite en estadísticas previas. Por otro lado, el 72% del total de los asesinatos se produjo dentro de la casa de la víctima, y este dato es de principal importancia si se tiene en cuenta el contexto actual de encierro. Se puede suponer que todas esas mujeres convivían con sus agresores, situación que, si bien se debe haber encrudecido durante el último mes, es una constante en estos casos. La violencia física, psicológica y económica que se da dentro de las casas no es algo propio de este encierro.




La violencia de género no es una pandemia, no hay ningún virus machista dando vueltas, se perpetúa porque se continúan sosteniendo y reproduciendo desigualdades en cuanto al trato de las mujeres y a la importancia que se le da a esta problemática

El Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad ha impulsado diferentes medidas para paliar esta situación, tales como el barbijo rojo y el refuerzo de canales de comunicación de ayuda. Según datos oficiales, las llamadas a la línea 144, orientada a la atención integral para víctimas de violencia de género, han aumentado exponencialmente en este período. A través de un decreto, también, se exceptuó de la cuarentena obligatoria a quienes sufran violencia de ese tipo. Si bien son medidas acertadas, es necesario un tratamiento más directo sobre el tema. La violencia de género no surgió con la cuarentena y continuará una vez finalizada dicha medida. La violencia machista es cultural y, por ende, el gobierno debe profundizar políticas públicas integrales destinadas a socorrer a las víctimas, pero, también, a concientizar y prevenir actitudes violentas en los hombres.





¿Qué pasaría si se valorara de la misma manera la vida de las mujeres que la cuarentena?

La violencia de género no es una pandemia, no hay ningún virus machista dando vueltas, se perpetúa porque se continúan sosteniendo y reproduciendo desigualdades en cuanto al trato de las mujeres y a la importancia que se le da a esta problemática. Fue notorio el compromiso, y hasta el orgullo, de la población por denunciar a quienes violaban la cuarentena. Programas de televisión enteros hablando sobre el o la inepta que salió de su casa en aislamiento obligatorio, así fue que todo el país conocía el caso del pibe que se fue a la costa. Y cómo no conocerlo si el mismísimo presidente destinó parte del tiempo de la cadena nacional para hablar sobre él. Cómo no se va a acatar la medida si están todas las fuerzas de seguridad al acecho esperando a que alguien salga de su casa para amedrentarlo y detenerlo, y luego jactarse de eso.





Tal vez cabe preguntarse qué pasaría si toda esa energía de las autoridades nacionales, provinciales y municipales, de las instituciones de seguridad y de la sociedad, estuviera destinada a los violentos, a quienes agreden a sus parejas o a cualquier mujer que se les cruza por el camino y se creen con el poder para asesinarla. Qué pasaría si “todo el peso de la ley” cayera donde tiene que caer, sobre los femicidas que andan sueltos luego de asesinar a una mujer: ¿Qué pasaría si se valorara de la misma manera la vida de las mujeres que la cuarentena?


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